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«Mens sana in corpore sano»

« WeCare Blog | Agosto 26, 2019 |
Trucos y consejos Estilo de vida
«Mens sana in corpore sano»

Hacer deporte cuando tienes diabetes del tipo 1 puede ser todo un desafío. ¡El desafío comienza incluso antes de empezar a practicar deporte! ¿Qué deporte puedo practicar? ¿Durante cuánto tiempo? ¿A qué intensidad? ¿Cuál es mi nivel de azúcar en sangre? ¿Todavía tengo insulina activa en mi flujo sanguíneo? Muchas preguntas de este estilo pueden desanimarnos incluso antes de ponernos las zapatillas de deporte. Muchas veces es más fácil decir 'No, mejor me espero... hasta mañana'. 

¡Pero hacer deporte es una maravilla! Al igual que en el resto de los aspectos de nuestra vida, tenemos que anticiparnos y aprender de cada experiencia. Entender a nuestro cuerpo y a nuestra diabetes para un mejor rendimiento, para poder llegar más lejos...  

¡¡Y conseguirlo hará que incluso merezca todavía más la pena!!

Para cada deporte debemos utilizar una estrategia diferente. Adapto mi dosis de insulina dependiendo de la actividad física. Llevo utilizando una bomba de insulina desde el 2008 (MiniMed 640G desde mayo de 2015), y así es mucho más fácil ajustar mi flujo de insulina/dosis para gestionar mi diabetes mientras hago ejercicio.

Me encanta correr. Me da un sentido de libertad. A veces me olvido de mi diabetes, siempre que la hipoglucemia no aparezca para molestarme mientras disfruto de esta vía de escape física y mental. Para una carrera corta y sencilla (10 km/h durante una hora), reduzco mi flujo de insulina (basal) al 75%, 30 minutos antes y durante la carrera. Me aseguro de correr « sin nada en el estomago » para no tener insulina activa en mi torrente sanguíneo. Además, consumo una unidad de insulina justo después de correr para evitar un posible rebote de glucosa sanguínea tras el ejercicio.

 

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Corrí mi primera maratón en octubre de 2015 – la Twin Cities Marathon como miembro del Global Hero. ¡Fue un nuevo y maravilloso desafío! ¡Y lo conseguí! Me desperté a las 4:30 am (la salida era a las 8am) para no tener insulina activa y muchos carbohidratos en mi sangre. Reduje mi bolo al 25% (3 unidades de 40g de carbohidratos. En relación a mi basal, la reduje un 85% 2 horas antes, luego durante las 2 ½ primeras horas (= 0,1u/h). Después, reducí mi insulina basal al 50% (= 0,3u/h), ya que mi ritmo era más lento y tomé azúcar cada 4km (8g).

Durante mi maratón (4h22min) mi nivel de azúcar en sangre estuvo entre los 130mg/dl - 150mg/dl (7,2 mmol/l – 8,3 mmol/l), el que era mi objetivo para evitar la hipoglucemia: 

¡Fue un increíble desafío que terminó con éxito, y me gustó tanto, que me gustaría repetir esta maratón para recortar mi tiempo en unos minutos 

 

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También me encanta el senderismo. Lo descubrí en Nepal en 2007. 

Lo bueno del senderismo es que no es agresivo con los niveles de azúcar en sangre. El esfuerzo físico es agradable y moderado, lo que garantiza que los niveles de azúcar en sangre estén bajo control.

Algunas veces desearía poder hacerlo todos los días, ¡es maravilloso poder ver esos preciosos paisajes! Reduzco mi basal aproximadamente en un 50% (de media, depende de la diferencia de altura) y mi bolo (desayuno y almuerzo) un 20%, ya que frecuentemente empezamos a andar en postprandial (acción insulina + llegada de carbohidratos + actividad física inmediata = ¡3 parámetros a gestionar al mismo tiempo!).

 

El senderismo nos puede llevar lejos, y muchas veces hasta remotas localizaciones en una altitud considerable. Un desafío deportivo adicional. Y otro nuevo desafío para nuestra diabetes. Independientemente de que sea en Nepal por encima de los 4.500m (14.500ft) durante 3 semanas, o durante la ascensión al Kilimanjaro (5.895m), he aprendido lo siguiente: por encima de los 4.500m reduzco mis unidades de insulina, ya que a esa altitud existe un estrés psicológico: nuestro nivel de azúcar en sangre se incrementa debido a la adrenalina (hormona hiperglucémica). Por lo tanto, a pesar del esfuerzo físico, las dosis de insulina no deben ser reducidas. Sin embargo, después de una semana haciendo senderismo por encima de los 4.500m, parece que tu cuerpo se acostumbra a ello y la reducción de insulina se convierte en una realidad... Bueno, al menos eso ha sido lo que he descubierto durante mis estancias a mucha altitud.

 

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A pesar de tener diabetes, es posible vivir nuestra propia vida y cumplir con nuestros proyectos. Aprendemos de todas las experiencias de la vida y de nuestros compañeros. Los avances tecnológicos, como la bomba de insulina o el CGM (Monitor Continuo de Glucosa), ¡son unas ayudas muy útiles para poder vivir nuestra vida al máximo!

Delphine Arduini, Fundadora y CEO del WORLD DIABETES TOUR.

 

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