MEDITAR PARA SENTIR LA CALMA
Nunca me había interesado por la meditación hasta que me encontré ante la oportunidad de dar un curso de 10 días hace ya bastantes años. Experimentar por mí misma los beneficios que la meditación aporta a tu día a día es algo que realmente me asombró, y ahora le recomiendo a cada persona que le dé una oportunidad.
No podemos cambiar lo que nos ocurre en la vida, pero si podemos influenciar la manera en la que enfocamos lo que nos ocurre.
Con la práctica constante de meditación podemos cambiar nuestra percepción de las cosas. Y al cambiar el enfoque que le damos a circunstancias, cambia nuestra manera de vivirlas hacia una forma más ligera, libre y positiva.
Meditar es una práctica sencilla y accesible a todos que podemos elegir hacer cada día, incluso si es solo 5 minutos cada mañana al despertarse, o antes de acostarse, o al mediodía. Lo más importante no es la duración de cada meditación, sino ser constante en la práctica. Meditar de manera constante y continuada ayuda a disminuir la presión, el estrés y las preocupaciones que nos abordan diariamente.
Viviendo con diabetes, hay múltiples cálculos que hacemos en nuestra mente constantemente, múltiples cosas en las que pensar y cuidar... Meditar nos ayuda a rebajar el nivel de preocupación y a reencontrar la calma mental y el balance emocional interno, conectando con tu fuerza y sabiduría interior.
Otros beneficios de la meditación:
- A nivel emocional, la meditación cambia el patrón de nuestras ondas cerebrales llevándolas al estado alfa, que es aquel que está asociado a los momentos de relajación.
- Cuando meditamos, emocionalmente nos sentimos más estables, aumenta nuestra sensación de felicidad y desarrollamos nuestra capacidad de relativizar los problemas y adaptarnos a los cambios.
- Esta sensación de bienestar trasladada a nuestra vida diaria tiene una repercusión directa en otros ámbitos como, por ejemplo, a la hora de incrementar el grado de concentración en el trabajo, o a la hora de relacionarnos con nuestros seres queridos.
TRUCOS SENCILLOS PARA EMPEZAR A MEDITAR HOY
El principio de la meditación es muy sencillo. No necesitas ningún equipamiento ni vestimenta especial. Solo tu intención de prestar atención a un elemento en particular ya sea tu respiración o un objeto, por una duración determinada, observando ese elemento tal y como es, sin juzgar, ni interpretar, ni añadir significaciones adicionales a ese elemento.
Meditación es practicar el ver las cosas tal cual son, no como tememos que sean, no como queremos que sean, o no como nos imaginamos que sean. Ver con una mente inocente y abierta las cosas tal y como son, de una manera completamente impersonal, sin juzgar ni interpretar.
De la misma manera que hay muchos colores y cada uno puede tener una preferencia personal hacia un tipo de color u otro, hay muchas maneras de meditar y se trata de encontrar cuál es la que te funciona a ti, en este periodo de tu vida. Una técnica de meditación te puede funcionar muy bien unos años, pero a medida que tu evolucionas o pasas por distintos periodos de tu vida, puedes necesitar descubrir otras maneras de meditar y volver a conectar contigo mismo.
Aquí te enumero 3 maneras muy básicas para empezar a meditar, desde donde quieras, cuando quieras. Son técnicas que te sugiero experimentar cada día durante, al menos, 5 a 20 minutos diarios:
1.- Meditación anapana u observación de la respiración ecuánime: Encuentra una postura que sea cómoda para ti, preferiblemente sentado. Simplemente tiene que ser cómoda para ti, da igual si cruzas las piernas o no, si te sientas en el suelo o en una silla. Evita estirarte para no dormirte. Cierra los ojos, y pasa a centrar toda tu atención al aire que entra y sale por tu nariz. Observa tu respiración, sin juzgar ni interpretar. ¿Respiras a un ritmo acelerado? ¿Pausado? ¿Variado? ¿El aire que entra es frio, o caliente? ¿Es diferente temperatura al entrar y al salir? ¿Están las dos vías libres o hay un lado que cuesta más que el otro pasar el aire? Observa, simplemente observa como un bebé que descubre por primera vez su respiración, sin juzgar, y mantén tu foco de atención en el aire que entra y sale de tu nariz, y las sensaciones que provoca en el área entre el labio superior y la nariz.
Cada vez que te des cuenta de que tu mente se pone a vaguear y a pensar, vuelve a llevar el foco de tu mente a observar y sentir el aire que entra y sale, sin juzgarte. Una meditación exitosa no es cuantos segundos has aguantado «sin pensar”, sino más bien el ser capaz de darte cuenta de que has perdido el foco en la respiración, para volver a llevar tu atención a la respiración, sin juzgarte. Y redirigirte de los pensamientos a la respiración, tantas veces como necesario.
2.- Body scan: Sentado o estirado, con la misma intención de foco ecuánime, observación objetiva, atención plena y sin juzgar, repasa y observa qué sensaciones hay en tu cuerpo desde las puntas de tus pies, hasta el cráneo de tu cabeza, pasando con curiosidad por todas las áreas de tu cuerpo: ¿Como sientes los dedos de los pies? ¿Liberados? ¿Apretados? ¿fríos? ¿calientes? ¿Como sientes las rodillas? ¿Sientes la circulación sanguínea pasar? Puedes encontrar varias meditaciones guiadas de body scan en internet que te pueden ayudar a simplemente cerrar los ojos y concentrarte en seguir las instrucciones del instructor mientras tú te relajas y practicas la observación ecuánime con atención plena.
3.- Realizar tareas diarias con atención plena: Ejemplos prácticos:
- Caminata consciente: Prueba de caminar al ritmo de la inspiración y la expiración: Inspiras consciente contando hasta dos o hasta tres mientras avanzas con la pierna derecha un paso, expiras consciente contando hasta dos o hasta tres mientras avanzas con la otra pierna, y así sucesivamente. Cada paso, se acompaña de toda una inspiración, o expiración. Toda tu atención se centra en la inspiración/expiración y en observar las sensaciones en tu cuerpo caminando: ¿Dónde está el peso en cada movimiento? ¿Como se siente? ¿Dónde sientes calor por tu cuerpo? ¿Como sientes los pulmones al inspirar? ¿Y al expirar? Sin prisas, el objetivo es solo estar en el aquí y en el ahora, observando. Prueba durante 1 a 5 minutos, o el tiempo que sientas necesario.
- Cada vez que tengas una alarma en la bomba de insulina, o que tengas que calibrar el sensor, toma una respiración consciente, sonríete hacia tus adentros diciéndote “todo está bien, yo estoy aquí”, y actúa tomando conciencia de los movimientos de cuerpo (qué dedos de la mano estoy utilizando, qué sienten los dedos al presionar el botón de la bomba de insulina, qué siente la palma de la mano, etc) y observando tu respiración, sin juzgarla, simplemente siendo consciente y curiosa de ella.
“La felicidad no depende de lo que tienes o de quién eres. Se basa únicamente en lo que piensas" – Buddha
¡Disfruta el descubrimiento!