Enfrentarse a la adolescencia cuando se vive con diabetes tipo 1
La adolescencia no es nada fácil. Si eres adolescente, quizás tu vida este pasando ahora mismo por los cambios de la pubertad y puede que tengas muchas dudas. Esperamos con este artículo que puedas comenzar a resolverlas.
Afrontar el instituto
La entrada en el instituto puede ser un momento abrumador por el cambio que supone comparado con el colegio. De pronto, las notas de los exámenes importan mucho más. Si vives con diabetes tipo 1, el mayor estrés que supone el instituto puede conllevar algunos desafíos más para el control de tus niveles de glucosa en sangre (GS).1 Otras preocupaciones que puedes tener en el instituto pueden ser la falta de conocimiento que tienen los profesores acerca de la diabetes, la libertad limitada para medir o tratar tus niveles de GS, la falta de información sobre nutrición o de opciones de comida en el comedor del instituto,2 o que tus compañeros te vean como un bicho raro.3 Hacer deporte de forma segura puede ser otro problema si te preocupa cómo controlar un episodio de hipoglucemia delante de tus amigos.
Para facilitar un poco tu vida escolar, ten en cuenta los consejos siguientes.
- Pregunta a tus profesores si es posible organizar que un educador en diabetes dé una charla en tu instituto. Esta puede ser una forma estupenda de mejorar el conocimiento de la diabetes tipo 1 entre tus compañeros de clase, así como de enseñar a las personas que te rodean cómo ayudar durante una hipoglucemia.
- La noche antes, mete en la mochila todo lo que necesites para hacer frente a tu día en el instituto, para evitar el caos y no llegar tarde a clase a la mañana siguiente. Por ejemplo, si sabes que vas a tener un día de deporte intenso, quizá quieras llevar comprimidos de glucosa de reserva y asegurarte bien de que no te falten provisiones de insulina.
Gestionar las relaciones
El paso a la adolescencia suele marcar el inicio de la transición de la responsabilidad del tratamiento de tu diabetes de tus padres a ti.3 Dependiendo de cómo sean tus padres, este puede ser un proceso sencillo (¡independencia, por fin!), frustrante (!por qué no me sueltan de la mano!) o temible (¡por favor, no me abandonéis!). También puedes sentir que vivir con diabetes tipo 1 afecta a tus relaciones sociales y a cómo te ven tus amigos. Quizá te preocupe que puedan discriminarte, acosarte o excluirte de las actividades por tu diabetes.3 Si hay “alguien especial” que te gusta (o a quien le gustas), este estrés puede ser aún mayor.
Las relaciones son complejas en cualquier etapa de la vida, ya vivas con diabetes tipo 1 o no. Aquí te doy un par de ideas que puedes tener en cuenta.
- Habla abiertamente con tus padres sobre cuál es la mejor forma de pasarte la responsabilidad de tratar tu diabetes. Si estás deseando ponerte al volante, díselo. Si no estás preparado para hacerte cargo todavía, díselo. Y si no te decides, diles que te gustaría hacerte responsable, pero sin dejar de contar con su apoyo.
- Recuerda que los amigos (incluidos los “especiales”) que vale la pena conservar en tu vida son los que no te juzgan ni te marginan por algo como vivir con diabetes tipo 1. Háblales con sinceridad sobre tu experiencia para que sepan cómo apoyarte.
Lidiar con la imagen corporal y eso de lo que ningún adolescente quiere hablar
La adolescencia y la pubertad pueden ser etapas delicadas para la imagen corporal y la autoestima, especialmente en lo que respecta a ciertas formas y tamaños “ideales” fomentados por los medios de comunicación. Se han realizado estudios que nos indican que una imagen corporal negativa durante esta etapa puede llevar asociados hábitos alimentarios no saludables, como purgas o restricciones intencionadas de insulina, que pueden provocar un control de la GS inadecuado y complicaciones posteriores. Sin embargo, lo contrario también ha demostrado ser cierto: los adolescentes que están contentos con su cuerpo demuestran tener mediciones de HbA1c significativamente mejores.4
Sentirse bien con el propio cuerpo no es algo que vaya a ocurrir de un día para otro, pero hay algunas ideas sobre las que se puede reflexionar.
- Piensa que vivir con diabetes tipo 1 puede provocar cambios no deseados en tu cuerpo, pero que no hay ningún problema que no puedas superar.
- Si te resulta difícil dejar atrás hábitos alimentarios no saludables, pide ayuda al equipo médico que trata tu diabetes o a tu familia.
Reflexiones finales
La adolescencia puede ser un momento complicado para cualquiera, ya viva con diabetes tipo 1 o no. Aunque a veces pueda parecerlo, recuerda que no estás solo, ni con la angustia general propia de la adolescencia ni como adolescente que vive con diabetes tipo 1. ¡Disfruta de este momento mientras dure porque la adolescencia no dura para siempre!
Referencias
- Lašaitė L, Dobrovolskienė R, Danytė E, Stankutė I, Ražanskaitė-Virbickienė D, Schwitzgebel V, Marčiulionytė D, Verkauskienė R. Diabetes distress in males and females with type 1 diabetes in adolescence and emerging adulthood. Journal of Diabetes and its Complications. 2016; 30(8):1500-1505.
- Kise, S, Hopkins A, Burke S. Improving School Experiences for Adolescents With Type 1 Diabetes. J School Health. 2017;87:363-375.
- Collet N, Batista AFMB, Nóbrega VM, Souza MHN, Fernandes LTB. Self-care support for the management of type 1 diabetes during the transition from childhood to adolescence. Rev Esc Enferm USP. 2018;52:e03376.
- Troncone A, Cascella C, Chianese A. et al. Body Image Problems in Individuals with Type 1 Diabetes: A Review of the Literature. Adolescent Res Rev. 2021.