Cuando todo número me parece un examen
Cada vez que comprobamos nuestros niveles de glucosa, el número trae consigo un un inevitable juicio; ese número nos dirá si hemos hecho un gran trabajo en ese momento del día o si hemos fallado miserablemente.
ARTÍCULO DE GINGER VIEIRA
A menudo, ese instante en el que sentimos que hemos fallado puede ser la antesala a un sentimiento de derrota total, un sentimiento por el que llegamos a convencernos de que siempre estamos fallando, que todos los números siempre son muy malos, que se nos da fatal este juego diario llamado la gestión de la diabetes.
Lo peor de todo es que realmente somos nosotros mismos los que nos estamos juzgando. Cierto es que nuestro equipo médico y las personas que nos rodean depositan en nosotros grandes expectativas y nos presionan para lograr mejores niveles de glucosa y una A1C más baja, pero sin duda la voz que realmente nos juzga a diario es la nuestra.
No obstante, lo mejor es que nosotros podemos cambiar ese juicio. Y cambiar ese juicio sobre uno mismo puede influir mucho, pero mucho, no solo en cómo te sientes cada vez que compruebas tus niveles de glucosa, sino en las acciones y los comportamientos que te llevarán a los resultados de la próxima vez que compruebes tus niveles de glucosa.
Por ejemplo, aquí tenemos a George: George fue diagnosticado con Diabetes tipo 1 cuando tenía 8 años. Hoy, con 25 años, George utiliza una de las mejores bombas de insulina del mercado, lleva el mejor sistema de monitorización continua de glucosa (MCG) que existe, es socio de un gimnasio y además dispone de un entrenador personal y se gasta mucho dinero en la compra de comida saludable.
Técnicamente, George tiene todo lo que una persona puede tener para gestionar los niveles de glucosa en su día a día de la mejor forma posible. (Aunque, por supuesto, todos tenemos nuestros altibajos. ¡Nadie es perfecto!)
El último resultado de HbA1C de George resultó ser del 8,9 %; el más alto en 10 años. A George se le encogió el corazón cuando vio su HbA1C. Todos los esfuerzos que había hecho durante el día se fueron al traste cuando George vio ese resultado.
“¡Odio la diabetes!”, pensó – una sensación que tenemos muchos en más de una ocasión. (Eso pensé yo ayer mismo!).
Pero lo peor fueron los pensamientos que George tuvo después.
”Menudo fracaso. ¿Por qué lo intento? Se me da fatal. Siempre tengo los niveles de glucosa altos. Odio intentar comer sano. Nunca voy a aprender a comer menos hidratos de carbono. El gimnasio es inútil porque justo cuando termino, mis niveles de glucosa en sangre están muy bajos, entonces como algo y de repente estoy alto y me he comido todas las calorías que acabo de quemar. Nunca voy a perder el peso que me ayudaría a ser más sensible a la insulina. Odio esto. Se me da fatal ser sano. ¡Voy a pasar de todo!”.
Y en ese momento, George se dijo a sí mismo que lo dejaba, y que no trataría de mejorar su HbA1C ni sus hábitos porque era inútil.
Como era de esperar, un año más tarde George había engordado 6 kilos. Ya no hacía nada de ejercicio, no acudía al gimnasio a sus sesiones con su entrenador personal. Al pasar menos tiempo en el gimnasio, perdió la motivación para comer sano y, por supuesto, sus resultados de HbA1C ese año estuvieron por encima del 10 %. Se sentía derrotado.
Y ahora, permitidme que os presente a Charlie: A Charlie también le diagnosticaron diabetes tipo 1 cuando tenía 9 años. Hoy, con 25 años, Charlie tiene una de las mejores bombas de insulina del mercado, el mejor sistema de monitorización continua de glucosa (MCG) existente y hace un par de meses empezó a ir al gimnasio todos los días después del trabajo. También está tratando de comer sano a mediodía y no comer comida basura por la noche.
El último resultado de HbA1C de Charlie fue del 8,5 %. Esto supone un aumento desde la última revisión en la que el resultado de HbA1C fue de un 7,5 %. Además, pesa exactamente lo mismo que cuando empezó a ir al gimnasio.
“¿Mi HbA1C ha subido?”, pensó Charlie. Y en ese momento se sintió frustrado, teniendo en cuenta todo el esfuerzo que estaba haciendo para mejorar su salud. “¡Odio la diabetes!.”
Entonces, respiró hondo. Y volvió a respirar hondo otra vez. Y volvió a respirar hondo una vez más.
“Vale… Si mi HbA1C ha subido, significa que… mis niveles de glucosa de media están más altos de lo que estaban antes”, Charlie pensó. “Y eso significa… que no estoy recibiendo la suficiente insulina aunque estoy tratando de comer menos comida basura y hacer más ejercicio.”
“…Pero he estado realmente preocupado por las bajadas de glucosa durante las sesiones de ejercicio, por lo que he estado comiendo hidratos de carbono de antemano. Entonces, me imagino que he tenido muchas subidas después de mis sesiones de ejercicio… o sea que ¿quizás mis sesiones de ejercicio en realidad no bajan mis niveles de glucosa como yo pensaba? ¡Vale, la próxima vez no voy a comer hidratos de carbono extra y veré qué ocurre… comprobaré mis niveles de glucosa durante la sesión de ejercicio!”.
“¡Menudo rollo!” “Pero voy a seguir probando y ajustando porque quiero que el ejercicio y la comida sana formen parte de mi día a día. Y realmente quiero que mis resultados HbA1C mejoren. Puedo hacerlo. Paciencia.”
LA DIFERENCIA ENTRE TOMÁRSELO COMO ALGO PERSONAL Y TOMÁRSELO SOLO COMO UN NÚMERO
La diferencia entre las reacciones de George y Charlie sobre sus resultados de HbA1C (y lo que dicen sobre sus niveles de glucosa) es que George se tomó el número como un juicio Personal y Charlie se tomó el resultado de HbA1C como mera información de que lo que estaba haciendo en ese momento no le ayudaba a conseguir sus objetivos.
Tus niveles de glucosa son solo un número. Tu HbA1C es solo un número. No tiene nada que ver con lo que eres como persona, tu inteligencia, tus habilidades o si gestionas bien o mal la diabetes. Es solo un número.
Pero tu HbA1C y tus niveles de glucosa pueden ayudarte a descubrir información importante, como:
- Quizá no estás recibiendo suficiente insulina
- Quizá recibes demasiada insulina por la mañana y demasiado poca por la noche
- Quizá te cuesta elegir qué comer, por lo que estaría bien consultar a un nutricionista, dietista o similar.
- Quizá estas muy frustrado con el sitio de infusión que utilizas y es hora de probar algo diferente.
- Quizá necesitas descansar de la MCG porque tener tantos datos ahora mismo te agobia y no te permite hacerlo bien.
- Quizá estás pasando por una situación personal que implica un reto y no tienes tanta energía para gestionar la diabetes como sueles tener.
- Quizá tu rutina de ejercicios no afecta a tus niveles de glucosa de la manera que esperabas y es el momento de modificar la forma en la que te preparas para hacer ejercicio.
- Quizá solo necesitas ayuda y es hora de pedir cita con tu equipo médico.
Gestionar tus niveles de glucosa 24 horas al día no es tarea fácil, ni ahora ni nunca. Cuando las cosas no vayan como te gustaría y lo estés pasando mal, recuerda que los números no dicen nada sobre ti. Son solo números. Vivir con diabetes es un reto diario. Algunos días estos números te parecerán maravillosos y te sentirás motivado. Otros, te sentirás frustrado y derrotado, pero ten en cuenta que esos números siguen siendo eso, NÚMEROS.
SOBRE GINGER VIEIRA
Ginger Vieira ha vivido con diabetes tipo 1 y es celiaca desde 1999, y padece fibromialgia desde el año 2014. Ginger es autora de Dealing with Diabetes Burnout, Emotional Eating with Diabetes y Your Diabetes Science Experiment. Su último libro, de 2017, es “Pregnancy with Type 1 Diabetes: Your Month-to-Month Guide to Blood Sugar Management”. Ginger es también la editora de Diabetes Daily, escritora profesional y con una base sólida en coaching cognitivo, bloguera audiovisual, maestra de yoga y ponente en charlas motivacionales.